Allí me quedaré

Parecía mentira, pero no

Eras tú, otra vez.

Como quien no ha hecho nada

Como si el tiempo no pasara,

como si todo fuera una broma

Pero a mí, desde luego, no me hace gracia.

Y tal como llegaste, me fui

A donde no existieran tus promesas

y la esperanza no me dijera sí.

Allí me quedaré

Hasta que no duelan tus sonrisas

y tus saludos no me lleven al cielo.

Hasta siempre

En la orilla de esta playa cerrada

ante los ojos de un falso horizonte

he recordado tu tacto en febrero

saboreando las letras de tu nombre.

El aroma pecaminoso de tus roces,

la dulzura de mis miradas en la noche

y el dolor de un hasta siempre que nunca llegó

porque solo yo hablaba de los dos.

De nada vale saber que no pierdes nada

cuando pierdes lo que quieres.

Para seguir mintiendo

Nunca supe lo que querías decir cuando hablabas en poemas ajenos, mucho menos cuando los fabricabas tú mismo, mezclando recuerdos e inventando personas. Me resultaba un juego divertido buscarme entre tus palabras, lo admito, y te devolvía más versos por descifrar. Era gustoso creerme Eva, lástima que Adán renunciara de nuestra tierra pero, peor aún fue cuando decidí subirme a los árboles en busca de aire fresco. Y ahora…silencio, que las palabras vuelan sin decirnos nada, y solo quedan renglones para seguir mintiendo.

Luces y sombras.

Detrás de cada luz se queda la oscuridad al apagarse, detrás de cada persona hay una sombra que siempre la acompaña aunque no la veamos siempre. No existe la felicidad plena ni el dolor eterno, no existen los cuentos de princesas ni las historias de terror para no dormir. Nada lo es todo, porque todo no es nada cuando algo falla, Y así, en la inseguridad de esta vida, intentamos tener todo lo que no necesitamos.