Así

Eran tiempos bonitos para el desorden: ni tú, ni yo, ni el resto. No había quien pusiera camino en nuestros pasos y, mucho menos, metas en nuestros sueños, principalmente porque no solíamos dormir. Andar sí andábamos mucho, pero siempre de aquí para allá y sin fijarnos en dónde poníamos los pies.

Así acabamos: ni tú, ni yo, ni el resto.

Dormir más, soñar menos

Dicen que hay que dormir menos y soñar más, pero yo pienso lo contrario. Deberíamos soñar menos y dormir más, al menos las personas como yo.Porque hay personas que viven soñando y duermen poco, que creen que están casados de los días, sin saber que lo que les pasa realmente,  es que están perdiendo la vida soñando y {sin}vivir.

Empaquetar recuerdos en cervezas

Me he acostumbrado a mirarte desde lejos

A los trenes en silencio

A buscarte en los bares de antes

Me he acostumbrado a que no me llames

A saber que no estás a mi lado,

pero entender que hay más lugares

Me he hecho a la idea de dormir contigo, sin ti.

A vivir entre prisas que no llegan a ninguna parte.

A pasarme los domingos resacosa aunque no beba

Me he hecho a la idea de intentar olvidarte

A mentir en las reuniones grandes

A mantener la compostura si escucho tu nombre

Me he aficionado a escribirte

A hablarle a otros cuando me creo fuerte

A beber café pensando en lo que fuimos

Me he aficionado a leer ficción

A sentarme en la cama y jurar que ya no te pienso

A empaquetar recuerdos en cervezas.

 

 

 

Sin provisiones

Yo no he traído provisiones,

tampoco sé cómo está tu nevera,

pero creo que no necesitamos mucho.

Por ahora tenemos calor de sobra,

si nos pasamos, nos mudamos a diciembre

cuando aún no existíamos.

Comida la que mande nuestra boca,

agua la puedo poner yo.

Tú puedes ir haciendo hueco en la cama,

porque a mí me gusta dormir separada.

En cuanto al sofá, no es necesario,

una mesa baja y una buena lámpara,

ya solo nos queda el tema mantas.

Por cierto, te comento:

no  intentes abrazarme mientras duermo,

con los sueños volando no necesito sujeción.

Guárdalo para después del café

igual que el beso, cuando lo necesito,

cuando ya me has visto caer y levantarme,

cuando vayas a acompañarme.

Y si  de verdad vamos a despertarnos juntos,

no te exijo que llegues pronto a casa,

mientras llegues a tiempo, conmigo,

puedes llegar siempre que quieras.

 

 

 

 

 

Acertijo

Quiero que inventemos un nuevo acertijo,

donde no tengamos que dormir separados,

donde nunca sea nunca,

o (sea) siempre.

Donde desabrocho tu cara de malo,

y tú vas besando mis lunes enconados.

Un tiempo, con espacio indefinido,

que dure lo que duran los desayunos en tu ombligo,

los recuerdos que aprovechan para sonreírte,

entre lo eterno y lo perdido.

 

 

 

 

 

 

Una vez al mes

Siendo sinceros, ninguno creía en nada.

Se limitaban a pasear por los bares,

a beberse las promesas de los domingos

y a dormir calientes una vez a la semana.

No les gustaba la música sin letra,

ni las películas sin moraleja.

Adoraban la cerveza y el cigarro de después,

eran filósofos de errores ajenos

y se permitían llorar una vez al mes.