Mañana Sí

Ha vuelto a intentarlo, como todos los martes, porque los lunes son demasiado para ella. Ha respirado fuerte y ha echado toda las ganas en el tren de las 7, pero ha sido para nada.Ha llegado a tiempo de empezar justo un poco más tarde, quizás,  el cigarro de antes de entrar no debió fumárselo, pero el café se sentía solo en el estómago.Y llegó el mediodía y la sonrisa ya estaba a medias, un par de malas noticias antes de las dos y un ensayo de buenas tardes que no terminó de culminar antes de la hora de cenar. Entre visitas al pasado, futuros que se hacen de esperar y presentes de los que reniega, así pasan las paradas en el camino de vuelta.

Llega la noche, su parte favorita de la vida, donde ocurren la mayoría de las cosas buenas, donde la gente no te molesta con las malas, aunque tengas que rendirles cuentas a tus fantasmas. Hace el intento de las 12, pero siempre acaba dándoles las 3, y  sin respuesta. Como las buenas noches nunca llegan, rompe con los propósitos que juega e intenta creerse que mañana será un día diferente.Mañana sí.

Titulares.

Las malas noticias nunca vienen solas, ni las buenas tampoco. Levantarse cada mañana es como leerse los titulares de los periódicos diariamente. Si quieres estar en este mundo, tienes que atenerte a las consecuencias.