Algún día

Algún día dejaremos de matarnos, y no hablo solo de la forma literal.

Algún día comprenderemos que la sociedad la conforman personas, que lo que somos es parte de un todo que conservar.

Algún día entenderemos que hay tantas culturas como tonalidades de pelo, que nadie es mejor que nadie, que todos somos diferentes, pero iguales en dignidad.

Algún día comprenderemos que nuestra libertad termina donde empieza la del resto, que si fuéramos consecuentes sobrarían las fronteras, en todos los sentidos.

Algún día seremos lo suficientemente fuertes como para no pisotear al débil, y lo suficientemente inteligentes como para no creernos superiores.

Algún día nos daremos cuenta de que la vida es un regalo que se termina, un tren que no vuelve, un café.

Algún día aprovecharemos lo que tenemos sin pensar en lo que tienen los demás, y nos alegramos de las victorias ajenas.

Algún día nos pararemos de verdad a pensar, y empezaremos a cambiar, en lugar de decir que hay que hacerlo.

Algún día aprenderemos a vivir sin matarnos poco a poco, y sin querer la muerte del otro.

Mientras tanto…

 

 

Con miedo a soñar

Han vuelto las andadas malas

las que no hacen reír, las de entresemana.

Puertas que suenan demasiado fuerte,

pero que no llevan a ningún lado.

Calle de la esperanza sin encontrar,

palabras que se clavan en los párpados

del que duerme con miedo a soñar.

Mañana Sí

Ha vuelto a intentarlo, como todos los martes, porque los lunes son demasiado para ella. Ha respirado fuerte y ha echado toda las ganas en el tren de las 7, pero ha sido para nada.Ha llegado a tiempo de empezar justo un poco más tarde, quizás,  el cigarro de antes de entrar no debió fumárselo, pero el café se sentía solo en el estómago.Y llegó el mediodía y la sonrisa ya estaba a medias, un par de malas noticias antes de las dos y un ensayo de buenas tardes que no terminó de culminar antes de la hora de cenar. Entre visitas al pasado, futuros que se hacen de esperar y presentes de los que reniega, así pasan las paradas en el camino de vuelta.

Llega la noche, su parte favorita de la vida, donde ocurren la mayoría de las cosas buenas, donde la gente no te molesta con las malas, aunque tengas que rendirles cuentas a tus fantasmas. Hace el intento de las 12, pero siempre acaba dándoles las 3, y  sin respuesta. Como las buenas noches nunca llegan, rompe con los propósitos que juega e intenta creerse que mañana será un día diferente.Mañana sí.

No lo sabes

No lo sabes, pero vives conmigo.

Desayunamos juntos, te duchas al lado.

Coges mi mismo tren cada mañana,

te sientas enfrente, me miras callado.

 

No lo sabes, pero lates muy fuerte

y, a veces, tengo que parar y olvidarte.

Sabes tan bien como enfadarme…

casi tan bien como hacerme agua.

 

No lo sabes, pero vivo contigo.

Soy cada mirada brillante y triste,

el comentario fuera de lugar que sonríe.

Soy el sabor de un abrazo en riesgo.